Quiénes somos – Entrevista a Carlos Such

[sg_popup id=»31821″ event=»inherit»][/sg_popup]Con esta entrevista comenzamos una serie de conversaciones con las personas que componen MADPAC, para que conozcamos mejor a sus socios/as y el trabajo que realizan. La actualidad manda y empezaremos con esta entrevista a Carlos Such, esperemos que os guste.

 

A escasos días para que dé comienzo la segunda edición del Festival Iberoamericano de Circo (FIRCO), que se celebrará del 25 al 27 de octubre en el Teatro Circo Price, consigo que Carlos Such (Alicante, 1983) me conceda unos minutos para hablar de él, de sus proyectos y del circo madrileño.

 

Carlos es el director artístico de FIRCO, proyecto se estrenó en 2018 con buena acogida del sector circense y de público, pero que en realidad se inició mucho antes: “nace allá por 2015, cuando un grupo de gente relacionada con el EUCIMA [Encuentro Universitario de Circo de Madrid] veníamos la necesidad de profesionalizar nuestra labor y organizar un festival. Creíamos que en Madrid hacía falta un festival con proyección internacional y nos veíamos con la capacidad de hacerlo”, explica. Y continúa, “nos inspiramos en otros festivales que nos gustaban como Cirque de Demain o Montecarlo, y de ahí pensamos en qué seña de identidad darle. Después de muchas reuniones, nos dimos cuenta de que no existía un festival iberoamericano en el mundo, centrado en artistas de estos países. Nos pareció que esto abría la posibilidad de establecer lazos de unión entre las naciones integrantes y también de fomentar que los artistas del otro lado del charco puedan mostrar sus números en Europa”. Ofrecieron su proyecto al Teatro Circo Price, donde ya habían trabajado con galas de circo del EUCIMA y en 2017 les dieron el visto bueno.

 

Para esta segunda edición, tras el éxito de la primera, razona que “este año el equipo tiene mucha más confianza, lo que favorece el trabajo y permite arriesgar un poco más. Creemos que podemos llegar más lejos en las oportunidades que surgen para los artistas, ya que la convocatoria tuvo más candidatos, se han inscrito más programadores, esperamos más público, etc”. Y prosigue, “también hemos podido arriesgar en números más complejos técnicamente y creemos que saldrá más redondo”. Para el espectador, explica, “va a ver números de gran calidad técnica y mucha riqueza artística y cultural. Es muy diferente el número de un artista que lo ha creado en Europa al que lo ha hecho en Latinoamérica, vamos a ver gran variedad de propuestas, siempre buscando el hilo iberoamericano, el hilo común”.

 

 

Pero cuando se le pregunta sobre el futuro del festival, sonríe y argumenta que “FIRCO es un festival muy joven para poder mirar a largo plazo, estamos aterrizando. Pero sí nos gustaría establecernos como un festival permanente en Madrid, que se mantuviera año tras año, que tuviera su hueco en el panorama circense cultural nacional e internacional”.

 

Pese a que sea el primer gran proyecto profesional en el que se embarca, Carlos tiene un extenso currículum circense. Comenzó a los 16 años aprendiendo malabares con unos amigos en Alicante e integrándose en la asociación Donyet Ardit, a la que en poco tiempo darían un vuelco y la convertirían en un referente gracias a su labor de difusión local del circo y a las seis ediciones de su Encuentro de Malabaristas y Circo, que fueron un gran éxito. A los 18 años se traslada a Madrid a estudiar Informática, estudios que luego cambia por Magisterio de Educación Primaria por vocación, trabajando desde su graduación como profesor. Todo esto sin desvincularse del circo, ya que sigue impulsando Donyet Ardit e incluso crea en 2009, junto a otros malabaristas alicantinos, la compañía La Debacle, cuyo número corto de malabares tuvo muy buena acogida. Además, en 2004 comienza a colaborar en el Colegio Mayor Chaminade dando clases de malabares a los colegiales, germen de lo que luego se convertiría en el Aula de Circo Chaminade de donde surgiría el EUCIMA, que ya supera las 11 ediciones.

 

Carlos lanzando 5 pelotas durante una actuación con La Debacle en 2010

 

Poco a poco, su labor en el circo se ha ido centrando más en la de enseñanza de malabares, regiduría y dirección artística. “He ido probando de todo, pero me di cuenta que no disfruto la escena, y al ir probando las otras tareas me di cuenta que me gusta mucho”. Y lo hizo de forma totalmente autodidacta, “yo copiaba modelos que me gustaban de las cosas que veía; es algo bonito y gratificante, dar oportunidades a artistas y a que el público los conozca, es un espacio que me hace feliz”, procurando hacerlo con una forma de trabajar diferente: “siempre he apostado por el diálogo, trabajo en equpo, etc. Humanizar un poco estos procesos”. Esto le ha ido llevando a trabajar en proyectos como Circarte, escribir en la revista Zirkólika o integrarse en PdC (Producciones de Circo), un proyecto emergente para la programación y difusión de circo. Todo siguiendo con FIRCO, en la labor de director artístico, programador y coordinador general.

 

Carlos, frente al ordenador, en una reunión durante FIRCO 2018

 

Preguntado por la situación del circo madrileño, Carlos se muestra optimista, “cuando llegué a Madrid, me sorprendió sentir que había mucha gente enfrentada, muchas disputas, entre gente de cualquier edad. Pero creo que en los últimos años hemos vivido un cambio de paradigma, que hay una intención de todos de remar a favor, de luchar por objetivos mínimos comunes. Cada vez hay más profesionales, las administraciones van teniéndonos más en cuenta y el público también. Aún estamos lejos del ideal, pero creo que en Madrid se respira cada vez más un buen ambiente circense, y eso es gracias a asociaciones como MADPAC”. Y de esta asociación hace una curiosa apreciación: “tengo la sensación de que me aporta más de lo que yo doy a ella, ya que nace en el momento en que más proyectos personales tengo, pero me gustaría que esa situación se revirtiera; mientras, hacerme socio era lo mínimo que podía hacer. Creo que el mundo del circo necesitaba que surgiesen estas asociaciones de profesionales y se crease CircoRed, mucho de lo que estamos consiguiendo es gracias a ellas”.

 

Rafa Peñalver

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